- PFAS en la industria textil: útiles pero arriesgados
- Eliminación progresiva de los PFAS: estrategias y retos
- Opciones para la eliminación progresiva de los PFAS
- Uso de PFAS: ¿intencionado o no?
- Regulación de los PFAS: stand actual
- Eliminación de los PFAS: un reto y una oportunidad
- Conclusión: Cómo eliminar progresivamente los PFAS
Es difícil imaginar la industria textil sin PFAS, ya que tienen una serie de propiedades atractivas. Hacen que los tejidos repelan el agua y la suciedad, mejoran el deslizamiento de las cremalleras, por ejemplo, y son resistentes al calor y a otras sustancias químicas. Por eso se suelen encontrar en prendas de OutDoor, como chaquetas y gorros, tejidos deportivos, como pantalones y zapatos, y ropa de trabajo de protección. Pero los PFAS también se utilizan mucho en pinturas, revestimientos, maletas, paraguas, tiendas de campaña y material de acampada.
Sin embargo, son precisamente estas propiedades las que hacen que los PFAS sean tan problemáticos. Son extremadamente persistentes y difícilmente biodegradables. Como consecuencia, se acumulan en el medio ambiente y en los organismos vivos -es decir, en plantas, animales y seres humanos-, por lo que suponen un riesgo para la salud. Se sospecha incluso que algunos PFAS son cancerígenos o afectan al sistema endocrino. Su producción también provoca una grave contaminación ambiental. Aunque todavía se están investigando sus efectos a largo plazo, se considera necesario adoptar medidas de precaución.
Cada vez más empresas reconocen los riesgos y buscan alternativas. Sin embargo, la eliminación progresiva de los PFAS plantea retos para muchas. Pero "no es sólo un reto, sino también una oportunidad", afirma Czerny. Nos explicó cómo pueden las empresas superar con éxito el cambio, qué soluciones existen y qué normativas están por llegar.
Aún no se han investigado a fondo los efectos a largo plazo de los PFAS. Pero una cosa está clara: las medidas de precaución son necesarias. Existe una gran incertidumbre en el mercado: la industria se enfrenta al reto de encontrar alternativas seguras. Aquí es donde la ACADEMIA Bluesign proporciona apoyo con asesoramiento y estrategias para una eliminación exitosa de los PFAS.
Comprender su propia cadena de suministro es un paso crucial. Para crear transparencia al final, hay que empezar por el principio. Si sabe exactamente de dónde proceden sus materiales y qué sustancias químicas se utilizan, puede ahorrar en costes de pruebas y desarrollar una estrategia de pruebas específica. Para ello es necesario examinar a fondo la cadena de suministro y realizar pruebas periódicas.
La eliminación progresiva de los PFAS es factible, pero requiere un plan claro, transparencia en la cadena de suministro y cooperación a todos los niveles.
Pero el conocimiento por sí solo no basta. La comunicación, la cooperación y la transparencia son esenciales. Bluesign ACADEMY lleva casi 25 años centrándose en la gestión de los flujos de entrada. El objetivo es evitar que los PFAS entren en la cadena de suministro. Bluesign ACADEMY ha desarrollado medidas específicas basadas en este principio:
- Utilización de las bases de datos Bluesign
- Comunicación con la cadena de suministro
- Recopilación de información de los proveedores de productos químicos
- Centros libres de PFAS
Bluesign ACADEMY ofrece un valioso apoyo a la eliminación progresiva de PFAS con sus bases de datos. Bluesign FINDER contiene más de 26 000 sustancias químicas evaluadas que no contienen PFAS y que pueden utilizarse específicamente en la producción textil. Los usuarios pueden filtrar por propiedades específicas, como la repelencia al agua sin flúor. Además, la Bluesign GUIDE enumera los componentes textiles aprobados. Ambas bases de datos crecen continuamente y facilitan a las empresas el cambio a alternativas sostenibles.

El éxito de la eliminación progresiva de las PFAS exige también una comunicación transparente a lo largo de toda la cadena de suministro. Las marcas y los fabricantes deben definir claramente si los PFAS deben utilizarse o evitarse y, a continuación, comunicar claramente estos requisitos a todos los socios. Así se evitan malentendidos y se garantiza una aplicación coherente.
El éxito de la eliminación progresiva de los PFAS comienza con una información exhaustiva. Las empresas deben obtener datos específicos de los proveedores de productos químicos para saber dónde se encuentran los PFAS. Este conocimiento ayuda a encontrar alternativas específicas -por ejemplo, con Bluesign FINDER- y a cambiar los procesos de producción por otros sostenibles.
Un paso importante en la eliminación progresiva de PFAS es la selección de centros de producción libres de PFAS que hayan sido confirmados mediante auditorías o autodeclaración. Si en un centro se fabrican productos que contienen PFAS y productos sin PFAS, aumenta el riesgo de contaminación involuntaria. Los centros puros libres de PFAS minimizan este riesgo.
El uso de PFAS puede ser tanto intencionado como no intencionado. En algunos casos el uso es claramente intencionado, en otros el uso intencionado de determinados PFAS puede mezclarse con el uso no intencionado de otros. Incluso es posible una presencia totalmente involuntaria de PFAS. Por lo tanto, las pruebas y el cribado son esenciales para aportar claridad.
Un paso importante en la eliminación progresiva de los PFAS es la identificación de los materiales de alto riesgo. El cribado del flúor total puede proporcionar indicios iniciales del uso no intencionado de PFAS. Los valores deben estar por debajo del límite de notificación, especialmente en la UE, con su estricta normativa. Si es necesario, se requieren pruebas adicionales para garantizar una producción segura y conforme. Los resultados de los análisis siempre pueden dar sorpresas, por lo que es fundamental una estrategia de análisis personalizada.

La normativa sobre PFAS es cada vez más estricta en todo el mundo. Algunas de estas sustancias químicas ya están clasificadas como "contaminantes orgánicos persistentes (COP)" en virtud del Convenio de Estocolmo y, por tanto, están restringidas en muchos países. La UE ha adoptado estas normas en el Reglamento de la UE sobre COP y también está utilizando el Reglamento REACH para restringir aún más los PFAS.
En la UE, las prohibiciones y los valores límite se definen en el anexo XVII del Reglamento REACH. Ya se pueden encontrar aquí restricciones existentes, como la entrada 68 o la entrada 79, que se adoptarán en 2024. Estas normativas se aplican no sólo a los PFAS individuales, sino también a sustancias relacionadas con una estructura similar, a menudo limitadas a valores extremadamente bajos en el rango de ppb (partes por billón).
Países como EE.UU., China y Japón también han promulgado sus propias normativas sobre determinados PFAS, entre ellos el PFOA y los PFOS. La UE va aún más lejos: una propuesta actual prevé prohibir casi todos los PFAS en los productos, incluso en la industria textil. Se aplicarán límites muy bajos, en torno a 25 ppb para los PFAS individuales y 250 ppb para la cantidad total.
Sin embargo, hay excepciones, por ejemplo para determinados equipos de protección individual (EPI) o materiales filtrantes de alto rendimiento. Estos pueden seguir conteniendo PFAS, ya que a menudo no existe una alternativa equivalente para ellos.
En vista de la normativa actual y futura sobre PFAS, las empresas de la industria textil tienen una gran responsabilidad. Por ello, Bluesign ACADEMY les apoya con soluciones de sostenibilidad holísticas y basadas en la ciencia a lo largo de toda la cadena de suministro. Con el fin de reducir su huella ecológica, mejorar la seguridad de los consumidores y apoyar a las empresas con estrategias adecuadas para la eliminación progresiva de los PFAS.
La eliminación progresiva de los PFAS es un reto, pero también ofrece una valiosa oportunidad, como subraya Czerny:
Muchos socios del sistema afirman que el tratamiento de los PFAS les ha ayudado a desarrollar mejores productos.
Por tanto, la eliminación progresiva de los PFAS no se limita a sustituir una sustancia química por otra. También puede llevar a las empresas a replantearse sus procesos, materiales, diseños de productos y requisitos de los clientes. Este cambio puede dar lugar a productos sostenibles e innovadores y reforzar la posición de las empresas en el mercado.

- Los PFAS se utilizan mucho en la industria textil, pero son difícilmente degradables, suponen un riesgo para la salud y están cada vez más regulados.
La normativa está aumentando en todo el mundo, especialmente en la UE, con límites más estrictos y un ámbito de aplicación más amplio.
Las empresas necesitan transparencia en la cadena de suministro para poder realizar pruebas, comunicar y cambiar de forma selectiva.
Bluesign ACADEMY ofrece apoyo con cuatro estrategias específicas: Bases de datos, comunicación en la cadena de suministro, información de los proveedores de productos químicos y sitios libres de PFAS.
La eliminación progresiva es difícil, pero factible, y puede fomentar la innovación: Muchas empresas informan de la mejora de sus productos tras el cambio.
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