92 millones de toneladas de ropa depositadas en vertederos. 20% de la contaminación mundial del agua. 10% de las emisiones mundiales de CO₂.
Estas son las sombrías cifras del balance de la industria de la moda. La moda puede ser inspiradora, pero la realidad de su impacto en nuestro planeta es cualquier cosa menos glamurosa.
Con una población mundial de 8.500 millones de personas en 2030, la demanda de ropa se disparará. ¿Cuál es la consecuencia? La sostenibilidad ya no es sólo un objetivo, sino una obligación. Pero, ¿cómo se pone en práctica?
Analizamos los mayores retos que la sostenibilidad planteará a las marcas de moda en 2025 y ofrecemos planteamientos concretos sobre cómo lograr el cambio. Incluye: opiniones de Steve Carmody (Director de Ventas Globales a PYMES) y Friederike Haal (Consultora Senior, Preventa) de Centric Software.
Steve Carmody lo resume así: "Hay tres razones por las que las empresas de moda tienen que replantearse las cosas ahora.
- El colapso ecológico
La industria de la moda consume recursos en exceso, al tiempo que se disparan los residuos y la contaminación. La moda rápida es la mayor culpable: un modelo de negocio que se beneficia a costa del medio ambiente.
Se prevé que en 2030 la industria necesitará un 63% más de energía. Esto es inaceptable. Si las empresas de moda no se replantean radicalmente su enfoque, contribuirán activamente al colapso ecológico. Ahora es el momento de asumir la responsabilidad y hacer que sus propios procesos sean respetuosos con el clima.
- Requisitos legales: Ya no hay escapatoria
El cambio climático lleva mucho tiempo en el centro de la atención política, y las normativas son cada vez más estrictas. Con la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y el Plan de Acción para la Economía Circular en serio. En el futuro, las empresas se verán obligadas a prohibir los productos químicos peligrosos, a diseñar de forma respetuosa con el medio ambiente y a implantar modelos de negocio circulares.
Quienes no lo hagan se arriesgan a fuertes sanciones. Las que tomen la iniciativa, en cambio, se beneficiarán de subvenciones y podrán anotarse puntos con una imagen verde.
- Presión económica: es una cuestión de supervivencia
La sostenibilidad es también una cuestión de supervivencia. Las marcas que ignoran los criterios ASG pierden acceso al capital, arriesgan su reputación y no cumplen las expectativas de los consumidores.
Al mismo tiempo, la sostenibilidad ofrece enormes ventajas: Las empresas no sólo evitan sanciones, sino que también se benefician de incentivos fiscales y pueden ganarse la confianza de clientes concienciados con el medio ambiente. En resumen, las estrategias ecológicas no sólo son buenas para el planeta, sino también para las empresas.
La sostenibilidad exige cambios drásticos, desde la cadena de suministro y el diseño hasta el modelo empresarial. He aquí los mayores obstáculos que hay que superar:
- Cumplir normativas complejas
Las nuevas normativas de la UE, como el CSRD o el Pasaporte Digital de Productos (DPP), exigen transparencia y una aplicación coherente de las normas de sostenibilidad.
Para las marcas, esto significa tirar por la borda viejos procesos, replantearse la gestión de datos y sobrevivir a auditorías periódicas. Sí, es un esfuerzo importante, pero compensa a largo plazo. Las marcas que inviertan ahora en sostenibilidad asegurarán su futuro.
- De un modelo de negocio lineal a uno circular
Reparar, revender, reciclar: El futuro pertenece a la economía circular. Pero la transición desde una cadena de valor lineal no es fácil. Requiere innovación y la reorganización completa de procesos y productos.
¿La buena noticia? La tecnología cambia las reglas del juego. La IA, la automatización y las herramientas digitales hacen que la transición sea eficiente y escalable. Quienes acepten el reto no solo podrán ser más sostenibles, sino también más rentables.
- Garantizar la transparencia en la cadena de suministro
La sostenibilidad empieza en la cadena de suministro. Sólo quienes saben exactamente de dónde proceden sus productos y cómo se fabrican pueden lograr un cambio real.
Aquí es donde sistemas como gestión del ciclo de vida del producto (PLM) entran en juego. Permiten una trazabilidad perfecta y mejoran la colaboración entre equipos y proveedores.
Steve Carmody explica: "El PLM lo abarca todo: desde la idea hasta la madurez en el mercado, pasando por el desarrollo. Es la herramienta central de los procesos transparentes".
Friederike Haal añade: "El PLM rompe los silos y crea una base de datos centralizada a la que todos pueden acceder, desde los diseñadores a los proveedores".
- Fomentar la innovación en materiales y diseño
El 80% del impacto medioambiental de un producto se determina en el diseño. Esto significa que la sostenibilidad real empieza aquí.
Losmateriales de origen biológico, los materiales reciclables y el diseño inteligente de productos son el futuro. Pero trabajar con nuevos materiales sin sacrificar el estilo y la rentabilidad es todo un reto. ¿Cuál es la solución? Invertir en investigación y desarrollo y colaborar con los líderes del sector para impulsar la innovación.impulsar la innovación con mayor rapidez.
Blockchain, IA, AR/VR e impresión digital son solo algunos ejemplos de herramientas tecnológicas que pueden facilitar significativamente la transición hacia la sostenibilidad para las marcas de moda. Los avances tecnológicos ofrecen soluciones innovadoras para una gestión más eficiente de los recursos, mejores procesos de producción, más transparencia en la cadena de suministro y un diseño optimizado de los productos.
Proveedores como Centric Software trabajan con marcas de moda de todo el mundo para impulsar iniciativas de sostenibilidad. "Todo lo que necesita saber está almacenado en nuestro software. Le ayudamos a impulsar medidas de sostenibilidad, facilitando la trazabilidad y la transparencia de sus productos", explica Friederike Haal.
La tecnología también desempeña un papel crucial en el proceso de toma de decisiones: herramientas como el software Centric agrupan todos los datos de la empresa y los productos en un solo lugar. Esto no sólo permite realizar análisis precisos, sino también tomar decisiones bien fundadas que impulsen a toda la empresa.
La sostenibilidad ya no es negociable. Los consumidores gobiernos e inversores están exigiendo un cambio... ya. La buena noticia es que la sostenibilidad no es una carga, sino una oportunidad. A las marcas valientes les ofrece la oportunidad de reinventarse y tener éxito a largo plazo.
¿A qué espera? Es hora de preparar su marca para el futuro.
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