Jack Wolfskin: Cómo la marca de outdoor apuesta por una mayor sostenibilidad

"En casa, al aire libre" es el lema de Jack Wolfskin. Y quien se siente a gusto al aire libre también se preocupa mucho por preservar nuestra naturaleza. Jack Wolfskin lleva muchos años demostrándolo. La empresa de Idstein ha desarrollado y puesto en práctica numerosos logros pioneros en el campo de la sostenibilidad, no para unos pocos productos destacados, sino para superventas de gran volumen y siempre diseñados para cuestionar los procesos existentes y mejorarlos de forma sostenible. Esto incluye, por ejemplo, la conversión a algodón 100% orgánico, la eliminación progresiva de productos químicos PFC, el desarrollo de nuevas tecnologías de reciclaje y la divulgación de toda la cadena de suministro. El logro más reciente: desde 2020, numerosos productos Jack Wolfskin llevan el Botón Verde(LINK Green Button en Ispo.com), un sello de sostenibilidad del gobierno alemán.

Cuando Jack Wolfskin cambió todos sus productos de algodón y mezcla de algodón por algodón 100 % orgánico procedente de fuentes orgánicas certificadas en 2013, fue solo el principio. Desde entonces, la empresa ha dedicado mucha energía a buscar alternativas sostenibles para todas las categorías de productos y sus materias primas. Aspectos como la química textil limpia desempeñan un papel tan importante como el bienestar animal y la responsabilidad social.
Si aún no existen alternativas sostenibles, Jack Wolfskin las desarrolla por sí misma. Con su revolucionaria tecnología de membrana "Texapore Ecosphere", Jack Wolfskin fue el primer fabricante de ropa en lanzar en 2018 una protección contra la intemperie 100% reciclada a partir de recortes. La membrana se fabrica según el principio de residuo cero a partir de recortes procesados sobrantes del proceso de fabricación. Junto con un tejido exterior y un forro fabricados con un 100 % de poliéster reciclado, el resultado fue una chaqueta absolutamente impermeable fabricada íntegramente con tejidos reciclados.

Jack Wolfskin ha contabilizado hasta 200 fábricas implicadas en la creación de una sola chaqueta 3 en 1: desde la hilandería hasta el fabricante de cremalleras, pasando por el proveedor de hilo. La cadena de suministro de productos técnicos para exteriores es compleja y está muy ramificada. Pero, sobre todo, la mayoría de las empresas lo guardan como un secreto. En cambio, desde 2014 Jack Wolfskin ha sido la primera empresa del sector en publicar toda la cadena de suministro, incluido el grado de aplicación de las normas ecológicas y sociales. Al divulgar los resultados de las auditorías y las direcciones de las fábricas de costura, la empresa quiere contribuir a una mayor transparencia y colaborar con sus socios para hacer cumplir unos salarios justos, unas condiciones laborales seguras y unos horarios de trabajo adecuados. Cada producto también lleva esta transparencia: en cada etiqueta hay un código de proveedor que puede utilizarse para consultar información detallada sobre cada empresa a través del sitio web.

Desde 2010, Jack Wolfskin es miembro de Fair Wear (LINK FWF en Ispo.com), una organización independiente y sin ánimo de lucro que trabaja a gran escala para mejorar las condiciones laborales en la industria textil y de la confección. Junto con muchas partes interesadas -sus empresas miembros, organizaciones no gubernamentales (ONG), asociaciones de empresarios y trabajadores de Asia y Europa, y representantes gubernamentales- desarrolla soluciones significativas para los centros de producción de todo el mundo. Mediante consultas, intercambio de experiencias y programas de formación, ayuda a desarrollar, aplicar y supervisar medidas de mejora.

Fair Wear también determina y publica el progreso de los esfuerzos conjuntos en su"Brand Performance Check" anual. El historial de Jack Wolfskin es impresionante: desde el inicio de los controles Fair Wear en 2014, Jack Wolfskin ha conseguido todos los años la categoría Leader, es decir, la mejor calificación posible.

En Jack Wolfskin, la visión crítica no se limita al producto y a la cadena de suministro. Los esfuerzos de sostenibilidad de Jack Wolfskin también se centran en los propios edificios de la empresa en su sede central de Idstein, en la región de Taunus, sus tiendas, las rutas de transporte, el embalaje y, por último, pero no por ello menos importante, las condiciones de trabajo de sus propios empleados. Para reducir las emisiones de CO2 en todos los ámbitos, Jack Wolfskin promueve, por ejemplo, la construcción sostenible de tiendas. Además, todas las sedes de la empresa en Alemania, Austria y Suiza utilizan exclusivamente electricidad verde.